El triángulo isósceles de la Web 2.0
Versión beta (06/05/2007): Descargas privadas, públicas demagogias
La cara positiva del ataque de los usuarios de Digg (la web mantenida por los mismos usuarios que la visitan) ya tiene su noticia: el anuncio de Dell de los primeros ordenadores con Ubuntu preinstalado. Es la prueba más contundente de lo que Francis Pisani denomina una demostración del poder de los usuarios en la Web 2.0, los cuales parecen haber tomado plena conciencia de sí mismos, igual que el superordenador central de Terminator 2 (1991), momento a partir del cual fue imposible desconectarlo.
A toro pasado la situación nos parece de una evidencia meridiana, pero hasta ahora nadie había señalado (con la de previsiones que se hacen al día) el hecho de que el negocio de un número creciente de webs procede del tráfico que genera la acumulación de contenidos creados por usuarios que no reciben nada a cambio. La fórmula es: ingresos por publicidad a cambio de tráfico generado por acumulación de contenidos. Se trata de un triángulo isósceles en el que cada lado va por libre; y está claro que tiene mal arreglo, ya que para generar una cantidad semejante de contenido es imposible plantearse pagar por contribución. Si este va a ser el modelo de negocio de la Web 2.0, con semejante situación de desequilibrio como punto de partida, no será raro que la blogosfera tecnológica vaya a copar unos cuantos titulares en un futuro próximo.
La cara positiva del ataque de los usuarios de Digg (la web mantenida por los mismos usuarios que la visitan) ya tiene su noticia: el anuncio de Dell de los primeros ordenadores con Ubuntu preinstalado. Es la prueba más contundente de lo que Francis Pisani denomina una demostración del poder de los usuarios en la Web 2.0, los cuales parecen haber tomado plena conciencia de sí mismos, igual que el superordenador central de Terminator 2 (1991), momento a partir del cual fue imposible desconectarlo.
A toro pasado la situación nos parece de una evidencia meridiana, pero hasta ahora nadie había señalado (con la de previsiones que se hacen al día) el hecho de que el negocio de un número creciente de webs procede del tráfico que genera la acumulación de contenidos creados por usuarios que no reciben nada a cambio. La fórmula es: ingresos por publicidad a cambio de tráfico generado por acumulación de contenidos. Se trata de un triángulo isósceles en el que cada lado va por libre; y está claro que tiene mal arreglo, ya que para generar una cantidad semejante de contenido es imposible plantearse pagar por contribución. Si este va a ser el modelo de negocio de la Web 2.0, con semejante situación de desequilibrio como punto de partida, no será raro que la blogosfera tecnológica vaya a copar unos cuantos titulares en un futuro próximo.
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