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Mostrando entradas de marzo, 2009

¿Para qué comprar un tocadiscos si sólo puedo escuchar música medieval?

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Me entero por un amigo que unos grandes almacenes comienzan a vender el hardware para leer libros electrónicos . Después de la conversación, me pongo a reflexionar --una vez más-- sobre el futuro de la industria editorial: en este mundillo (como sostiene mi amigo, que para eso está metido en el ramo) las novedades son el caballo de batalla porque ahí está el negocio . Sin embargo, con los libros electrónicos, debido a la incertidumbre ante las perspectivas acerca de su viabilidad, únicamente ofrecen obras libres de derechos o cedidas expresamente porque su vigencia no supone una amenaza de pérdida de ganancias; de esta manera se evitan problemas sin que cueste prácticamente nada la inversión. Desde el punto de vista del usuario/consumidor la cosa se ve muy diferente; y en esto de nuevo mi amigo la clava cuando resume el problema del libro electrónico tal y como se está planteando: "¿para qué comprar un tocadiscos si sólo puedo escuchar música medieval?" . Quizá la primera

La miseria de la tecnocracia: 2. La Galaxia Internet

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La miseria de la tecnocracia: 1. Los Señores del aire: Telépolis y el Tercer Entorno «Los controladores conocen los códigos de la red mientras que los controlados los desconocen. El software es confidencial y propietario y únicamente puede ser modificado por su dueño. Una vez en la red, el usuario medio se encuentra prisionero en una arquitectura que le es ajena» (Manuel Castells, 2001:197). El segundo libro de la serie es La galaxia Internet (2001) de Manuel Castells . Aunque su monumental trilogía La era de la información --compuesta por La sociedad red (1996), El poder de la identidad (1997) y Fin de milenio (1998)-- es su obra cumbre me parece que esta otra sintetiza mucho mejor la parte de su pensamiento que se ocupa el tema tecnócrata, especialmente sus repercusiones económicas . El que quiera darse baño de datos y teorías que se sumerja en la trilogía, eso sí, sabiendo qué es lo que busca, pues es una obra que desborda por su amplitud. La galaxia Internet , en cambio, es