Patchwork de noticias
En Japón las descargas de música a través de móvil han superado las ventas de discos compactos de toda la vida. Es posible descargar canciones enteras o fragmentos, y en ambos casos los ingresos han aumentado espectacularmente. En la venta tradicional puedes adquirir el CD completo protegido por sistema anticopia (que conseguirás reventar al cabo de 3 meses o menos) o bien adquirir el CD completo protegido por sistema anticopia. Todo un mundo de opciones (ojalá existiera un tag en HTML para marcar la ironía). Las discográficas guardan silencio: o están preparando el enésimo asalto a la utopía o están entrando con disimulo y a regañadientes por el callejón que les marca la clientela.
Lulu.com, la web donde uno puede editarse sus propios libros, llega al millón de pedidos (que no de libros en catálogo, que son muchos más). La gente, en plena efervescencia digital, suspira por ver sobre papel el producto de sus inquietudes literarias, biográficas o ensayísticas. Las editoriales, al igual que las discográficas, evitan hablar del cambio de modelo en el que irreversiblemente han entrado ya la música y el cine. Se pelean por el precio del libro, se quejan de la escasez de best sellers, pero no dejan de inundar el mercado de papel. El libro electrónico sigue agazapado a la espera, y estoy convencido de que Steve Jobs le dará el espaldarazo tecnológico y fansi que esperamos todos los tecnócratas que leen (y de paso le dará la puntilla a los dinosaurios del papel).
Adobe, mientras tanto, anuncia una versión gratuita y sencilla de Photoshop, la herramienta de retoque fotográfico que todos los tecnócratas se instalan tozudamente en sus ordenadores aun sin saber siquiera manejar el 1% de sus funciones. El éxito de Picasa (de Google) sin duda les ha espoleado a simplificar una aplicación que se ha convertido en algo ultraprofesional, y que precisamente por ello está a punto de desaparecer del punto de mira del usuario medio (por dimisión de éste). Eso sí, coherentes con su política de no dejar nada en el ordenador del usuario, Adobe lanzará también Remix, un editor de vídeo (basado en Flash) que se ejecutará en línea e incorporará publicidad, para que el sufrido internauta tenga que soportar los banners de turno mientras monta su soporífero vídeo familio-vacacional. Veremos qué prefiere la gente...
Y para colmo de paradojas, resulta que el 88% del presupuesto del Plan Avanza (ese que te permite comprar un ordenador, darse de alta en una línea ADSL y acceder a un crédito a interés cero) está todavía sin conceder. Unos cuantos meses antes se abrió una línea de ayudas parciales para la renovación de electrodomésticos (neveras, lavadoras, lavavajillas, secadoras...): la campaña terminó 2 meses antes de lo previsto por agotamiento del presupuesto. ¿Qué nos pasa? Para la intendencia estamos a expensas de que el Estado nos subvencione (como sucede con los coches y el Plan Renove desde hace años), y sin embargo renunciamos a reclamar ayudas cuando se trata de tecnología.
Es curioso cómo todas las contradicciones caben en la misma red...
Lulu.com, la web donde uno puede editarse sus propios libros, llega al millón de pedidos (que no de libros en catálogo, que son muchos más). La gente, en plena efervescencia digital, suspira por ver sobre papel el producto de sus inquietudes literarias, biográficas o ensayísticas. Las editoriales, al igual que las discográficas, evitan hablar del cambio de modelo en el que irreversiblemente han entrado ya la música y el cine. Se pelean por el precio del libro, se quejan de la escasez de best sellers, pero no dejan de inundar el mercado de papel. El libro electrónico sigue agazapado a la espera, y estoy convencido de que Steve Jobs le dará el espaldarazo tecnológico y fansi que esperamos todos los tecnócratas que leen (y de paso le dará la puntilla a los dinosaurios del papel).
Adobe, mientras tanto, anuncia una versión gratuita y sencilla de Photoshop, la herramienta de retoque fotográfico que todos los tecnócratas se instalan tozudamente en sus ordenadores aun sin saber siquiera manejar el 1% de sus funciones. El éxito de Picasa (de Google) sin duda les ha espoleado a simplificar una aplicación que se ha convertido en algo ultraprofesional, y que precisamente por ello está a punto de desaparecer del punto de mira del usuario medio (por dimisión de éste). Eso sí, coherentes con su política de no dejar nada en el ordenador del usuario, Adobe lanzará también Remix, un editor de vídeo (basado en Flash) que se ejecutará en línea e incorporará publicidad, para que el sufrido internauta tenga que soportar los banners de turno mientras monta su soporífero vídeo familio-vacacional. Veremos qué prefiere la gente...
Y para colmo de paradojas, resulta que el 88% del presupuesto del Plan Avanza (ese que te permite comprar un ordenador, darse de alta en una línea ADSL y acceder a un crédito a interés cero) está todavía sin conceder. Unos cuantos meses antes se abrió una línea de ayudas parciales para la renovación de electrodomésticos (neveras, lavadoras, lavavajillas, secadoras...): la campaña terminó 2 meses antes de lo previsto por agotamiento del presupuesto. ¿Qué nos pasa? Para la intendencia estamos a expensas de que el Estado nos subvencione (como sucede con los coches y el Plan Renove desde hace años), y sin embargo renunciamos a reclamar ayudas cuando se trata de tecnología.
Es curioso cómo todas las contradicciones caben en la misma red...
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